Just a moment.

Just a moment.
I believe in perfection.

Ana

She is eveything I want
everything I need
everything I see.

Sunday, August 22, 2010

Un día como hoy.

Un día que comienza tan cotidianamente y que sigue su curso mientras que entre los mismos pensamientos yo me hundo.
Y como todos los demás, logró salir avante sin querer aun aliviar la pena.
Un día más en que mis piernas no obedecieron a mi cabeza y me dirigieron justo al recuerdo más grande y a la pena más honda.
Esa a la que he cubierto cada día desde que te pedí que te marcharás. Y es que lo visitaba tanto en mi pensamiento, pero mis ojos tenían que verlo. Tenían que saciarse de mi dolor. Ellos querían llorar.
Todo el camino mi mente viajo en todas direcciones. En todas, menos en la que me dirigiera a ser consciente de lo que hacía.
Los primeros pasos en ese lugar me pusieron lágrimas en los ojos y a pesar de que supe que no podía soportarlo más, mis piernas decididas, continuaron el camino.
Vi entonces el lugar a una distancia, apenas visible, apenas ahí. Con los ojos nublados camine más aprisa.
Fume la última bocanada y me adentre en mis recuerdos.
Amor aqui, amor allá. Amor en todas partes. Se hizo un enfásis de mi soledad.
Verde, verde seguía todo el camino. Cerre los ojos y pude vernos, ignorantes e inocentes.
Me perdí entre las memorias y la nueva visita. Sabía donde quería estar, pero no estabas.
Seco, el lugar seco. ¿qué otra cosa pudiera interpretar?
Nuestro árbol solo...yo lo vine a acompañar.
La tierra fría, la tierra negra, cubrió todo el amor.
El viento amargo, el viento húmedo ya todo se lo llevo.
Lloré solo lo que mi corazón quiso, sembrando esperanzas de encontrarte aqui.
Un abrazo a la ingenuidad. Tu no estarás. No puedo ni debo seguir aqui.
Un beso, dos besos, solo en mi memoria. Un tiempo, un día que me permití ahondar en las memorias.
Lo que no encontré en tus ojos ni en tus palabras parezco haberlo encontrado aqui.
Después de tantos días, de tantas lunas y tantos olvidos, la ausencia de nuestro verde me lo dijo al fin.
Un día como otro, después de muchos ayeres, la pasión y la emoción parecían vigentes, el dolor y la pena también.
Es que dime amor mío, ¿qué tan diferentes somos de aquella vez?
Reencarnadas las lágrimas de un ayer lleno de polvo, me piden que mire de nuevo a nuestra página.
No, no puedo. La realidad me consume y es inevitable notar que tu no estás.
Mi sente en donde florecía aun el pasto, donde aun había esperanza, donde sabía no estarías, en donde no había estado yo.
Un día tan normal, todos tenemos un día como hoy. Todos queremos olvidar, yo terminé olvidando quien era yo. Pero aqui estoy, reconciliando mi pasado, rejuveneciendo mi hoy.
Reinventando nuestro espacio y reconociendo mi rostro.

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